Una de las maravillas que cuenta el Estado de México es el Nevado de Toluca, ya que viste de forma espectacular la entrada a la capital mexiquense.
El Nevado de Toluca es visitado por miles de personas tanto nacionales como internacionales durante todo el año pero en especial en temporada invernal.
Después de visitar esta maravilla de la naturaleza te preguntarás cómo se formó y qué sucedió para el Nevado de Toluca existiera en este lugar.
Pues bien, WikiMexico relata que el Nevado de Toluca es un estrato-volcán formado por constantes flujos de lava durante el Cenozoico Superior, hace unos 25 millones de años.
En esos lejanos tiempos poseía una altura cercana a 6,000 metros, con glaciares en sus cimas.
El volcán tuvo una primera gran explosión hace unos 30,000 años, la cual voló por los aires la parte terminal de su cono formando un gran cráter. Al mismo tiempo, los glaciares se desmoronaron en forma de lahares o avalanchas de lodo y rocas, que los geólogos hoy reconocen en sus laderas.
Pasaron miles de años de calma, hasta que otro gran paroxismo expulsó mucha piedra pómez, hace unos 11,000 años y desapareció el lado oriental del cráter, dejándolo como actualmente puede observarse.
Tiempo después el conducto central quedó taponado por una colina, llamada El Ombligo, la cual dividió al cráter en dos partes; con el tiempo y el deshielo se convirtieron en dos lagunas, rodeadas de riscos compuestos por rocas de pórfido traquítico, de color gris negruzco y cristalizadas por feldespatos (grupo de minerales que forman parte de las rocas ígneas), tal como las describió Humboldt en su ascenso de 1803.
