¿Ya sabes cómo afecta el trastorno del aprendizaje a los niños?

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Un alumno que presenta problemas de aprendizaje, ve afectada la manera en cómo entiende, recuerda y responde a cualquier información nueva.

 

Generalmente se manifiestan con dificultades en la lectura como la lectura de palabras imprecisas o lenta con esfuerzo; dificultades ortográficas; dificultad para comprender el significado de lo que lee; dificultad en las  habilidades matemáticas como dominar el sentido numérico, los datos numéricos o el cálculo; y dificultad con el razonamiento matemático como aplicar los conceptos,  u otras operaciones para resolver problemas cuantitativos.

 

A pesar de que este tipo de problemas ocurren en niños muy pequeños, suelen pasar desapercibidos hasta que el niño llega a la edad escolar y puede no manifestarse totalmente hasta que las demandas de las aptitudes académicas afectadas superan las capacidades limitadas.

 

¿Y cómo se puede detectar?

 

De entrada debes identificar si algunas de las dificultades mencionadas, las ha tenido por un periodo mayor de 6 meses, y ahí se debe hacer una balance si han afectado significativamente el rendimiento académico  e incluso actividades de la vida diaria.

 

Dicho diagnóstico debe hacerse basándose en una síntesis clínica de la historia del individuo (del desarrollo, médica, familiar, educativa), informes escolares y evaluación psicoeducativa.

 

Ya una vez identificada las dificultades del niño debe ser referido a una evaluación integral, donde pueden participar un especialista como el neurólogo, psiquiatra infanto-juvenil,  psicólogo clínico y profesores. El objetivo de esta evaluación clínica, es para descartar la posibilidad que las dificultades del niño puedan ser explicadas por condiciones como trastornos visuales, auditivos, neurológicos o una discapacidad intelectual.

 

Dentro de esta evaluación se hacen estudios médicos de lugar, y una evaluación con pruebas estandarizadas administrada de forma individual. También en esta evaluación se debe tomar en cuenta las influencias extrínsecas como las desventajas socio-cultural, y las oportunidades educativas que ha tenido el niño, ya que una falta de estimulación adecuada, o un ambiente de inestabilidad en el hogar pueden afectar significativamente el proceso de aprendizaje.

 

El apoyo del centro educativo en este proceso es clave, por lo que siempre se involucra a las personas que en ese momento está a cargo del niño en el aula. Para esto se puede hacer visita escolar, o pedir la colaboración de los profesores mediantes registros, cuestionario, videos y observaciones conductuales.

 

Una vez hecho el diagnóstico, se obtiene un perfil funcional del niño y el grado de afectación. Según el grado de afectación, se determina que tanto apoyo necesita el niño a raíz de sus limitaciones y se crea un plan de intervención y tratamiento.

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