3 tips para crear un buen ambiente en salón

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Con las nuevas tecnologías integradas de manera total dentro de las actividades de la vida diaria de gente de todas las edades, los alumnos no quedan exentos de ellas y por ello, el profesor debe competir contra aquello, que en ocasiones se convierte más que en una herramienta, en un distractor.

 

Entre teléfonos celulares y todo tipo de pantallas, la atención de los jóvenes se aleja de la clase y la lección que en ese momento imparte el profesor, lo que deriva en un mal aprendizaje y problemas a la hora de ingresar al mercado laboral.

 

Para los docentes, evitar esta situación es prácticamente imposible, pero generar un ambiente de trabajo donde el estudiante realmente pueda aprender resulta fundamental, por lo que es necesario lanzarse a la acción.

 

Las últimas investigaciones al respecto indican que lo más recomendable en estos casos es utilizar estrategias que aumenten las emociones positivas y generen una mayor participación de los estudiantes en el proceso educativo para eliminar así las distracciones tecnológicas o sociales que les impiden un verdadero acceso al conocimiento.

 

Por ello, si deseas que tus alumnos estén más concentrados, con un ambiente propicio para brindar tus lecciones sin inconvenientes, te recomendamos aplicar estos 3 trucos con tus alumnos:

 

1.  Delega algo de control

 

Si bien existen programas determinados, la rigidez de los mismos es totalmente contraria al espíritu libre y creativo que por naturaleza poseen los jóvenes. Por lo tanto, verás efectos positivos si delegas algo de control acerca de los temas de estudios o los métodos de abordaje de los mismos.

 

Intenta generar mecánicas de trabajo que tus propios alumnos recomienden, e incluso consultarles al respecto. Si tienen cierto poder de decisión sobre lo que aprenden y las formas en que lo hacen se interesarán más en el proceso.

 

2. Reconoce sus fortalezas

 

Tanto a la hora de planificar la clase como al momento de realizar devoluciones. Destacar los aspectos en los que realmente son buenos fortalecerá su propia creencia y les generará una mayor confianza en sus propias capacidades. De este modo se esforzarán aún más por demostrar lo que son capaces de lograr.

 

3. Busca la conexión

 

En algunas ocasiones, utilizar un recurso de conexión funciona como una potente herramienta a la hora de recordar y procesar lo aprendido. Una canción, una imagen, un elemento audiovisual o un concepto definido pueden funcionar como estos conectores. Al comenzar o finalizar la clase es bueno que asocies lo aprendido ese día a uno de estos recursos, así se creará en la mente de tus estudiantes un enlace que permitirá unir temáticas extrañas con elementos que les resultan más cercanos y fáciles de comprender, fijando de mejor forma  lo aprendido.

 

Lo importante, a fin de cuentas, es que el aula sea un espacio de aprendizaje y crecimiento común. Cambiar el rol de docente dominante por uno más cercano a los alumnos es lo que marcará la diferencia en el proceso de aprendizaje de los mismos.

 

Con información de Universia

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